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Proyecto: “Acasa Luan” XXXX Una reminiscente visión

Por Alenthing

Hace muchos años, en un oscuro y olvidado rincón del bosque feérico al oeste de Darkhaven, vivía un demonio conocido como “La Sombra Blanca”.

Esta bestia atormentada anhelaba sentir como los seres humanos: sabores, alegrías, éxito, pero sobre todo, el placer de la pasión en la carne y para lograrlo, concentró su nociva esencia en forma de polvo blanco.

Un día, el demonio encontró por fin su oportunidad: Tlalnahui, una hermosa joven de ojos brillantes y ánimo rebelde, hija del gran maestro Tullfuhrzky había discutido con sus padres, y saliendo de casa, llegó cerca del cubil del engendro en una profunda cueva en el bosque de las hadas.

Al observarla, el demonio se presentó como un camino hacia la valentía y la felicidad, se convirtió en una tentación que Tlalnahui no pudo resistir, la seducción de la Sombra Blanca fue imparable y al inhalar el polvo blanco, el demonio se adentró en su cuerpo, sangre y mente, poseyéndola por completo.

 Tlalnahui experimentó éxtasis y felicidad como nunca había sentido, se sintió por fin libre de todos sus temores, por fin estaba dejando a tras las presiones de su familia que la quería hacer una comerciante de vinos para los elfos, que querían hacerla responsable de la casa y el negocio familiar, quitándole la posibilidad de salir a disfrutar el mundo, y de trabajar en la gran Foire de Reves; sin embargo, la liberación y el placer del polvo blanco era momentáneo.

A medida que el tiempo pasaba, la Sombra Blanca comenzó a devorar su esencia. Sus risas se volvieron lágrimas, su corazón un cofre de amargura y agonía, y su piel pálida como la luna. La Sombra Blanca la consumía lentamente, dejando en Tlalnahui un vacío tan profundo, donde solo el dolor y el sufrimiento podían crecer.

En el profundo abismo de su desesperación, Tlalnahui recordó a sus padres, su amor y las dulces advertencias que le habían dado sobre la rebeldía, el rencor y los peligros del bosque de las hadas.

Si tan solo hubiera escuchado un poco más antes de gritar y salir corriendo de casa…. tal vez habría tenido una oportunidad de escapar de esa oscuridad.

Con el tiempo, el cuerpo de Sara se marchitó, sus ojos perdieron toda esperanza. El demonio, sintiéndose más fuerte y vivo dentro de ella, la llevó al borde del abismo. Y así, en una noche sin luna, la Sombra Blanca se apoderó completamente de Tlalnahui. El demonio pudo por fin sentir el éxtasis del placer humano que tanto anhelaba, a costa de una vida inocente.

Tlalnahui fue  encadenada a vivir en el interior de la cueva, esperando a que otro incauto, atrapado por sus resentimientos y tristezas, probara el polvo de la sombra blanca y su maldición pudiera terminar.

No olvides nunca querido habitante de Darkhaven, que el miedo y el terror, están a la caza de viajeros inocentes y que en cualquier rincón de Balzhur te puede estar esperando la sombra blanca.